El agua era extraña aquella noche.No se trataba de las estrellas, colocadas siempre en su mismo sitio, tampoco era la sal azul del mar.Esto tenía una mirada propia y profunda, unos ojos quizás verdes, quizás ciegos.Su pelo se movía al son de la espuma y las arenas de la playa.Con paso lento y firme,aquel extraño felino de largos bigotes que rozan la brisa.Un gato azul ruso.El más elegante de todos los de su estirpe,el único que realmente tiene siete vidas.
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